Manuel Baquedano fue un inconfundible oficial militar chileno con una larga trayectoria en su profesión en la fuerza armada chilena, de casi cinco décadas de arduo trabajo y devoción por su nación, fueron muchas las veces que renunció, llegó a ocupar el puesto más extremo de la milicia como el de General de División, fue tan importante como Andrés Avelino Cáceres.
¿Quien fue Manuel Baquedano?
Era un militar chileno que perduró en el ejército chileno desde la larga temporada que abarcó desde el año de 1838 y 1881, cuando renunció salió con la posición general de división; en ese período, medió en las guerras contra la Confederación Perú-Boliviana entre los años de 1836- a 1839.
Y la del Pacífico entre 1879 a 1883, donde se desempeñó como presidente del Ejército en el marco de tiempo que duró la cruzada entre los años de 1880 y 1881; en las insurgencias de los años de 1851 y 1859, y en la Ocupación de la Araucanía durante los años de 1861 a 1883.
Al mismo tiempo, completó su tarea como líder temporal de su nación en agosto del año de 1891, durante la guerra común de ese año, asumiendo la función de representante de Santiago en los años de 1882 hasta el año de 1888 y al igual que Colchagua durante la época de mucho trajín en los años de 1888 hasta el año de 1894, y que además fue un individuo de la comisión Permanente de guerra y fuerza naval, labor que realizo muy bien.
En tanto que sus últimos años, fue responsable de rediseñar la fuerza armada chilena y promover el desarrollo de la Academia de Guerra y del Estado Mayor. En Chile se ha recordado de varias maneras: las unidades de la Armada de Chile, entre otras, que llevan su nombre en su honor.
Biografía de Manuel Baquedano
Manuel Baquedano era hijo del general de brigada Fernando Baquedano Rodríguez y su madre, era doña Teresa González Ross. Comenzó sus primeros estudios en el Colegio del Clero Juan de Dios Romo y luego se trasladó al Instituto Nacional, donde tuvo como cómplices muy amistosos a Federico Errázuriz y Eusebio Lillo quienes se convirtieron en sus fieles amigos. Nunca se casó, jamás tuvo descendencia.
Nace Manuel Baquedano en Santiago, Chile, el 1 de enero del año de 1823. Su origen proviene de una familia con una larga costumbre militar, por lo que a los 15 años ingresó en el ejército. Él ha sido destacado por su propio comportamiento en las disputas que a menudo terminaban triunfalmente para su reunión. Fue un hombre que obligaba al orden y al control de sus objetivos a pesar de utilizar estrategias irregulares, por ejemplo apuntar un arma de fuego y terminar con ellas en disparos muy certeros.
Carrera militar
Por el simple hecho de haber nacido en un hogar militar, fue arrastrado por la vocación de las armas desde el principio. En julio del año de 1838, se alejó de su domicilio para subir a bordo en el transporte La Hermosa Chilena y unirse a las tropas que partieron para la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, donde se interesó en las Batallas de Cubierta de Guías que fueron en el año de 1838 y las de Yungay que fueron en el año de 1839. Logrando con ello conquistar el puesto de teniente a la edad de dieciséis años.
Batalla contra la Confederación Perú-Boliviana
Después de su llegada a Chile, terminó su preparación militar el 23 de enero del año de 1845, y que se le permitió ocupar el cargo de teniente convincente; en ese momento, ocupó el último puesto de la derecha en el Regimiento de Granaderos y fue elevado a capitán en enero del año de 1850.
Revolución de 1851
En tanto que surgió la Revolución durante el periodo del año de 1851, su cooperación fue valiosa para el Palacio de la Moneda. Asumió un trabajo concluyente en el encuentro con las tropas que se rebelaron el 20 de abril de ese año contra la cuadrilla de Manuel Montt como presidente. Los renegados estaban bajo la dirección del coronel Pedro Urriola Balbontín, alentado por los liberales, entre los que se encontraba su compañero Eusebio Lillo.
A los disturbios le siguió muy detenidamente en septiembre el levantamiento equipado en la ciudad de Concepción y las bandas contadas por José María de la Cruz Prieto. Manuel Baquedano fue nombrado colega del general Manuel Bulnes y se interesó por los poderes de la legislatura en el choque de Loncomilla, ocurrido el 8 de diciembre del año de 1851, donde confrontó fuertemente a su padre y su hermano Eleuterio por estar precisamente del bando contrario.
Después de la trifulca, solicitó la autorización para visitar a su padre, el jefe de personal de la fuerza armada contradictoria, que resultó herido en la batalla. Para sus administraciones, el presidente Manuel Montt le permitió el ascenso al sargento mayor de la escolta de la administración en enero del año de 1852.
Retiro temporal
Hacia el comienzo del año de 1854, fue asociado con una multitud aturdida de recinto durmiente; Más tarde fue remitido a la Frontera como líder de la plaza, dejó la administración dinámica y con sus fondos de inversión y créditos obtuvo una granja en La Laja, muy cerca de la ciudad de Los Ángeles, a la que apodó Santa Teresa.
No obstante, la administración no reconoció su abdicación y lo designó asociado a la orden general de Armas de Valparaíso en marzo del año de 1855; en línea con el mismo Baquedano, en abril fue trasladado con una posición similar a la oficina central de Armas de Arauco, para estar más cerca de su propiedad.
En agosto de ese año, fue escogido Comandante del Escuadrón Cívico № 3 de Arauco. Entre los años de 1855 y 1869, se comprometió a cambiar su plan en una propiedad agraria beneficiosa y en cinco años esto le había dado un poco de fortuna, era lo que le gustaba y por lo tanto lo disfrutaba al atenderle.
Rebelión de 1859 y Ocupación de la Araucanía
Continuó con su vida militar y fue precisamente en el mes de junio del año de 1859, cuando la legislatura esperaba que se enfrentara a la Revolución de ese año: por ejemplo, los importantes de la minería, Pedro León Gallo Goyenechea y la familia Matta; en ese caso, fue elevado a sargento mayor efectivo en total actividad. Siete años después del hecho, en octubre del año de 1866, fue elevado a teniente coronel, trasladándose a realizar obras en la ciudad de Los Ángeles, a la que se unió con su trabajo agrario en el Granja Santa Teresa.
Hacia el final del año de 1868, fue nuevamente requerido por el Ejército debido al levantamiento indígena, impulsado por Quilapán y otros caciques mapuches, y obligado por el general José Manuel Pinto Arias, líder de los poderes de la alta periferia, se interesó por los diferentes conflictos en Malleco y en Renaico entre enero y mayo del año de 1869.
Para sus gestiones, en septiembre de ese año dependían de la orden del regimiento Cazadores a Caballo, una posición similar que tenía su padre, donde fue elevado a coronel el 30 de julio del año de 1870, tiempo después a coronel imperioso el 5 de abril del año de 1872 efectivamente a general de brigada el 10 de junio del año de 1876, responsabilidades que cumplió fielmente.
En el espacio de esa sobresaliente década, fue designado por la legislatura de Federico Errázuriz Zañartu como monitor general de la Guardia Nacional ymás adelante fue designado como presidente de armas de Santiago en el año de 1875, sin dejar a los Cazadores de lado, siempre se mantuvo fiel a su círculo político, era muy considerado y respetuoso y más aun con sus ideales.
Guerra del Pacífico
Manuel Baquedano era un general de brigada en total funciones cuando reventó la Guerra del Pacífico en el mes de abril del año de 1879; En esta contienda, se interesó muchísimo en las tres batallas terrestres iniciales como las de Tarapacá, Tacna y Arica así como la de Lima, que comprendieron el curso incluido entre el mes de noviembre del año de 1879 y enero del año de 1881 fueron eventos muy complejos en los que trabajó fuertemente con su equipo de batalla, equipándolos y adiestrándolos en todo cuanto fuere necesario .
Campañas terrestres
Como presidente de la Caballería que fue designado el día 20 de abril del año de 1879, trabajó con mucho fervor con todos los preparativos para dicha campaña, estando bajo el mando del general y líder de la Infantería, don Erasmo Escala Arriagada y en el mes de noviembre de ese mismo año llegó a Pisagua era un hombre totalmente disetro en todo lo que hacia.
Es bien importante recalcar que mediante esta fase de la guerra, se organizó el asalto a Los Ángeles fue una extensa actividad que le costó el servicio de la guerra en la cruzada a don Rafael Sotomayor Baeza ministro encargado de guerra, quien en ese momento estaba en lucha con el presidente del ejército en batalla, el general Escala Arriagada, existía entre ellos una gran diatriba cargada de muchas diferencias.
Fue tan notoria que esta batalla suscitada entre ambos terminó con la renuncia del general. El ministro Sotomayor pudo darse cuenta que el espíritu de los militares se estaba dispersando y que se estaban cometiendo tantas anomalías de diversos tipos, por lo que le entregó a Manuel Baquedano la custodia de la comandancia entregándole el control absoluto, porque era quien tenía una evidente dotación de dirección y control de la circunstancia, fue un hombre de mucho temple y disciplina que se hacía sentir y obedecer.
Comandancia en jefe
Se destaca muy fielmente que hacia el final de la cruzada ocurrida en Tarapacá, y sumado a ello el fallecimiento de Rafael Sotomayor Baeza, fue tal la conmoción que hubo complejos desarrollos políticos que fueron destinados a la elección de los que enviarían a alistarse en la fase plena de combate, estuvo con todo su batallón bien armado y preparado.
El coronel José Francisco Vergara Echevers fue delegado como ministro de guerra en la batalla, con quien Manuel Baquedano tuvo numerosos contactos de marcadas diferencias en lo alusivo a como llevaba la guerra. A pesar de lo pasado, Baquedano fue asignado presidente de los militares en cruzada el 3 de abril del año de 1880.
Fue en ese preciso momento cuando el general Manuel Baquedano se levantó y expresó, de manera sencilla las siguientes palabras: «Camaradas, acompañantes: He tenido el placer de ser nombrado para dirigir a esta respetable y paciente fuerza armada y, como militar tengo que cumplir con las solicitudes prevalecientes. Sé que nada soy, que nada valgo.
Sin embargo, también me doy cuenta de que en este ejército hay valientes hombres que son bastante distinguidos por su arrojo y enorme amor por su nación; los llamo a todos a mi lado para que sirvan a la nación, haciendo el increíble esfuerzo que le confiere este ejército». Estas fueron palabras expresadas por Manuel Baquedano.
La cruzada de Tacna y Arica terminó con la escaramuza suscitada en al zona del Alto de la Alianza, pero a lo que vamos, más tarde se encargó de guiar a los militares que marcharían en la cruzada de Lima, ganando los enfrentamientos de San Juan y Miraflores, que permitieron el control de la capital peruana por el Ejército de Chile.
Tácticas
Su técnica militar fue principalmente el asalto frontal para fragmentar las líneas del enemigo, explotando la forma en que las autoridades unificadas en general las expandirían, a pesar del hecho de que necesitaba prepararse aun más como táctico militar, se le distingue como el general que condujo cara a cara sus batallones en plena lucha en medio de feroces guerras.
Se enfrentaron a peleas que provocaron triunfos pensados concretamente por la dirección chilena. Increíblemente concienzudo y duro en el control, no permitió actos fuera de la guía a sus subordinados, logrando casos escandalosos, por ejemplo, disparando con el fin de matar a un soldado por manifestar actos de terror ente el enemigo en el choque de Chorrillos.
Era tan radical que no le permitía a ninguna otra persona sugerirle cuando ya había tomado una decisión. Su expresión era «lo que se dice, es lo dicho y se hace», lo que demuestra su naturaleza obstinada y difícil, era totalmente seguro de lo que decía y hacía, tenia una firmeza incomparable, no le tenia miedo a nada ni a nadie, se enfrentaba sin temor.
Luego de haber guerreado en la escaramuza de Tacna, sus estrategias fueron censuradas libremente por el reportero de El Mercurio de Valparaíso, Eloy T. Caviedes, a lo que Manuel Baquedano, indignado, pidió que capturaran al columnista justo a bordo de la corbeta Abtao, negándole cualquier privilegio para que siguiera informando a través de su diario.
Su experiencia militar fue condenada por el especialista de historia chileno Francisco Encina quien a pesar de que apreciaba valores y excelencias en virtudes ajenas, se nota que lo califica por tener según él una profunda mediocridad de pensamientos y una terrible dirección estratégica, el lo consideraba un mal conductor en todos los aspectos a que se refiera en los asuntos políticos y de guerra.
Su oponente político más notable, era el Coronel José Francisco Vergara Echevers, llamó la atención sobre sus deficiencias como táctico, sin embargo reconoció que el triunfo de Miraflores se debió tanto a la oposición de la III División como al desarrollo efectivo solicitado por Baquedano, que cambió el cambio transitorio dándole mayor prevalencia peruana, gracias al asalto de la primera división de Patricio Lynch.
Vida civil y últimos años
Hacia el inicio del año de 1881, Manuel Baquedano regresó a Chile nuevamente con el firme de deseo de seguir trabajando por su nación, donde se le rindieron todos los honores, tributos así como también los bien llamados arcos de triunfo arregladas; por fin, exhibió su retiro supremo, que fue reconocido y aceptado el 3 de mayo de ese año en curso.
Mientras que en sus últimos años, fue responsable de rediseñar la fuerza armada chilena y promover el arreglo de la Academia de Guerra y el Estado Mayor. Fue seducido por el Partido Conservador y algunos no conformistas, llamados liberales que le invitaron a postularse como candidato presidencial y así sustituir a Aníbal Pinto Garmendia; Por cierto, no mucho después, se negó a la postulación y no la aceptó.
Fue congresista en Santiago durante la etapa que abarcó desde los años de 1882 hasta el año de 1888, como también en Colchagua durante el periodo que se enmarcó en los años que partieron desde 1888 hasta el año de 1894, también fue miembro de la Comisión Permanente de Guerra y Marina.
Entre el mes de abril del año de 1889 y el final del año de 1890, se dio el momento cuando pasó por Europa en comisión de trabajo, y a su llegada nuevamente le insistieron e invitaron a postularse por la candidatura presidencial, invitación que volvió a despedir, rechazándola de manera tajante y segura.
Después de la Guerra Civil que ocurrió en el año de 1891, el presidente José Manuel Balmaceda se rindió renunciando el día el 29 de agosto, favoreciendo esta actuación a Manuel Baquedano, quien asumió de manera temporal la dirección del país hasta el 31 de ese mes, cuando dio capacidad empoderada a la junta de gobierno progresista.
No obstante, durante ese período, no tuvo la menor idea de cómo evitar el saqueo y la destrucción de las propiedades y viviendas de los partidarios del presidente Balmaceda, debido a las actividades vengativas de la parte triunfante y el vacío de poder dejado por los expertos de Balmaceda, siendo este acto aprovechado por multitudes y violadores de la ley e incluso por la fuerza armada arbitraria que quedó sin jefe que se responsabilizara de guiarla.
Muerte
Manuel Baquedano muere en su casa en la capital chilena el 30 de septiembre del año de 1897. Sus servicios de entierro se realizaron con las distinciones que lo comparaban con él, un hombre ilustre que trabajó políticamente por su País. Estas fueron algunas expresiones de un discurso a la llegada de su servicio conmemorativo:
Hombres nobles, si la brisa de la guerra venció nuestras antiguas pancartas y si la energía nacional tuvo una hora de debilitamiento, es suficiente que resulte la tumba de estas circunstancias actuales, que desde hoy es un santuario, para acumular en ella las motivaciones que energizaron el alma del general Manuel Baquedano. Por el General Wenceslao Bulnes Riquelme, alocución lúgubre.
Fue un militar chileno que se interesó en tomar parte importante en muchísimas guerras que fueron lo bastante significativas que protegían a su país. En esa larga aventura militar que experimentó participó en guerras muy terribles y fuertes, por ejemplo la del Pacífico, la Confederación Perú-Boliviana, el control de la Araucanía y los disturbios ocurridos en los años de 1851 y 1859.
Reorganizó el ejército
Manuel Baquedano, fue motivado por su gran pasión por el arte militar, fue tanto su amor que se encargó también de realizar un importante trabajo en el tema de la modernización de los militares y en la motivación de la formación de una Academia de Guerra, que tuvo la razón para formar nuevos guerreros con la finalidad de proteger y resguardar a la nación como buen patriota amante de su gente.
Presidente provisional de Chile y senador
Sin embargo, puede reconocerse que además posee un lugar muy notable en la historia política de Chile, ya que en el año de 1891, quedando como resultado de la guerra común, su involucrar en la condición de su País, donde le tocó asumir de manera provisoria la presidencia de Chile; Igualmente se presentó como representante por el lado del senado para cumplir funciones como tal en Santiago y Colchagua.
Cuando Manuel Baquedano muere a los 74 años el día 30 de septiembre del año de 1897, es de considerar que luego de su partida física fue reconocido con algunos tributos y es por ello que pueblos, carreteras, unidades de la Armada y lugares tienen su nombre a su respecto para brindarle honor a su memoria. Siempre en la historia de una nación quedará grabado en la memoria de sus individuos como un tesoro que era transmitido de generación en generación y se recordará por siempre, sus obras y su trabajo perduraran en el tiempo.