Los hechos ocurrieron la noche del 4 al 5 de agosto del año pasado en Chianciano Terme, Italia. La víctima, una joven esgrimista de 17 años de Uzbekistán que entrenaba en el país, fue presuntamente abusada por tres atletas del equipo junior italiano. Dos de los acusados están siendo investigados, mientras que el tercero está siendo investigado por la Fiscalía de Menores.
La esgrimista relató que se encontraba en la Toscana para un retiro de esgrima previo al verano cuando se despertó en una habitación desconocida, con fuertes dolores en su cuerpo. Escuchó risas y burlas de unos chicos cerca de ella. Al regresar a su habitación, le confesó a un compañero de equipo que había sido violada. Los atletas niegan todas las acusaciones y afirman su inocencia.
Según la joven, sus recuerdos se detienen en una fiesta en un bar la noche anterior a los presuntos abusos. Su madre la llevó de inmediato a urgencias, donde denunció la agresión sexual. Durante la investigación se encontraron rastros de alcohol y drogas en la sangre de uno de los atletas.
El abogado de la esgrimista criticó la falta de acción de la Fiscalía y de la Federación Italiana de Esgrima, que no tomaron medidas contra los acusados. Por su parte, la Federación afirmó haber cooperado con la justicia en todo momento.
El alcalde de Chianciano Terme anunció que el municipio presentará una demanda civil contra los acusados una vez sean identificados, mostrando su apoyo a la víctima y su familia.
