José Luis Tamayo fue un notable y ejemplar funcionario del gobierno ecuatoriano, Político abogado y columnista, cuya posición más extrema fue la administración gubernamental de la nación durante cierto y determinado tiempo que fue desde 1920 hasta 1924. Tamayo se destacó como un presidente completo íntegramente, tanto así que cuando salió de la presidencia fue más pobre que cuando entró.
Quien fue José Luis Tamayo
Fue el hijo legalmente legítimo de Manuel Tamayo Roca, un hombre que trabajaba con el comercio de origen ambateño que pasó a Chanduy a mediados de siglo y se dedicó al cultivo de la orchilla, mandándolo en sus navíos al norte de Perú, donde tenía muy buenos precios y fue utilizado como un tinte o teñidura.
Fue en uno de esos viajes, donde murió por causa de la terrible enfermedad de la fiebre amarilla y su esposa Josefa Terán Martínez, cuando se encontró con las malas noticias por carta, gritó: «¡Oh Dios mío! Ella sufrió un ataque cardíaco devastador y murió al instante, dejando así en el orfanato a sus hijos Dolores de cinco y José Luis de tres años de edad lo bastante pequeños como para atenderse ellos mismos, pero que fueron recogidos por su abuela materna, Jacinta Martínez, maestra en Chanduy, quien les dio las primeras cartas.
En el año de 1869 salvó la vida de su padrino bautismal Luis de Tola y Avilés, quien se estaba ahogando en las furiosas aguas de Chanduy, en señal de agradecimiento lo pidió a la abuela para llevarlo a su casa en Guayaquil y así lo inscribiera en el Colegio San Vicente del Guayas. Vea Cipriano Castro
Centro de estudios donde enseñaba sus cátedras y tenía fama de ser severo y serio; Antes de convertirse en sacerdote, había sido marinero y mantuvo la rígida disciplina militar en todas sus acciones, de modo que «atemperó el alma de su ahijado en los proyectos de alta moral y orientó su mentalidad por los caminos del conocimiento y la cultura».
En el año 1878 José Luis Tamayo se graduó de Bachiller con magnificas calificaciones. Era de buen comportamiento y buen talento, compartía residencia con otros estudiantes protegidos por el Obispo Tola en el sótano de su casa por Víctor Manuel Rendón y P. Icaza. En el año de 1879 comenzó a dar clases de latín en esa escuela, brindando todo el apoyo posible en la sección literaria del periódico «La Nación», dio inicio a sus estudios de Jurisprudencia.
A partir de este momento, numerosas publicaciones de carácter literario aparecieron en diferentes periódicos y revistas de Guayaquil, especialmente en el semanario «El Cometa» en 83, donde Cesáreo Carrera, Nereo Cabezas, Simón Ceballos, Heráclito Vera, Carlos Carbo Viteri y Dolphin B También colaboraban en la tarea del Periódico.
En la primera semana del mes de octubre del año de 1886 en compañía de Manuel Tama Vivero, tomaron la idea de alquilar la imprenta de Calvo y Cía. y asumió la dirección del gran emporio «Los Andes», dándole así más color local al aumentar su información y en cuyas columnas escribió con orgullo, patriotismo y justicia, protestó por el tiroteo de Vargas Torres y por esa razón fue acusado de ser un conspirador y en mayo del año de 1987 fue notificado con una orden de confiscación a la capital de la República.
En la temporada de ese mismo año se incorporó como abogado y volvió a Guayaquil, retornó al periodismo desde las columnas del «Diario de Avisos», también tenía una cátedra de literatura en San Vicente del Guayas y con Manuel Tama Vivero fundó «La Revista Literaria» de corta duración, cuya aparición era realmente semanal y que se trabajaba en los recintos de la Nación.
Sucedió que en el año de 1887 fallece el obispo Tola, no sin antes decir: «Si la vida me hubiese otorgado la dicha de ser padre, no habría sido tan misericordioso y tierno conmigo como mi ahijado José Luis». Vea José maría Plácido Caamaño
Siguiendo con su rutina de albores se destaca que desde septiembre del año de 1.888 ayudó en gran manera en el periódico vespertino «La Opinión Pública», que se trabajaba en la prensa de Bolívar. Luego fue elegido miembro fundador de la «Sociedad Liberal Republicana» presidida por el Doctor Juan Emilio Roca Andrade con el objetivo de sacar al ruedo un periódico que se titulaba «La Reforma» con la intención de presentar candidatos para las cámaras del Senado y los Diputados.
En el año de 1890 fue nombrado administrador del Consejo Cantonal de Guayaquil, en el año de 1892 de la Sociedad Filantrópica de Guayas y con sus compañeros de trabajo en los «Diarios de Avisos», José de Lapierre y Luis Felipe Carbo, constituyeron una sociedad para pregonar una obra relacionada a la Exposición Universal de Chicago, por lo que viajó a los Estados Unidos y recopiló nutridos materiales totalmente informativos y gráficos.
A su retorno escribió de la mejor manera posible toda la parte expositiva y la más clara descripción política de «El Ecuador en Chicago» y el resto de lo que sería el cuerpo de la labor salió de la pluma de José Antonio Campos. Este trabajo es un clásico de la literatura nacional y fue un éxito sin precedentes por la bondad de su lectura, la profusión de gráficos y retratos así como la impresión tan elegante.
En el año de 1895 constituyó parte del Comité de Investigación de la cuestión de la venta de la bandera. El 18 de abril, fue arrestado por orden del gobernador Gabriel Luque González, por ser editor de El Grito del Pueblo y se había ido al exilio, pero el gobierno respondió a su mal actuar y ordenó la liberación de los detenidos políticos.
Para la sublevación liberal del 5 de junio del año de 1895 fue enviado a asumir el Cuartel Civil y Militar de Manabi. A su regreso a Guayaquil ocupó la secretaría del Interior en la gobernación; a la llegada de Eloy Alfaro, estuvo entre los oradores que hablaron en la gobernación y ocuparon la oficina del subsecretario del Ministerio del Interior de la dictadura, viajaron a la Sierra con el Ejército yendo a la batalla de Gatazo y juntándose después en Riobamba, junto a Eloy Alfaro.
En ese momento ocurrió la expulsión de Carbo del Ministerio del Interior y fue escogido como su sustituto, ingresando a Quito como el triunfador. Después de la cruzada, Alfaro le ofreció el puesto de Coronel, quien no lo reconocería como desequilibrado y se rindió muy rápidamente para regresar a Guayaquil, donde perdió la mayoría de sus propiedades en el Gran Incendio ocurrido octubre del año de 1896 fue un evento que causo grandes pérdidas a muchísimas personas entre ellas a José Luis Tamayo.
En el año de 1897 fue elegido funccionario de la Cámara de Comercio y Fideicomisario de la Sociedad Filantrópica de Guayas. Ese año se casó con la mujer que había conocido en la casa de Darío Egas Sánchez en medio de una ceremonia bautismal, Fue un matrimonio modelo que tuvo seis hijos. En el año de 1898 fue designado como diputado para Esmeraldas, acudiendo así a un congreso poco común y fue elegido presidente del Senado, lo que le volvió a recordar el respeto al año siguiente.
En medio de la batalla presidencial del año de 1,901, sostuvo, al igual que el resto de los liberales, la oficina oficial del general Leónidas Plaza, quien le ofreció el arreglo del Interior, sin embargo, «no iría a la capital por la poca paga». Meses después de que el área de Esmeraldas volviera a elegirlo Senador. En el año de 1902 fue presidente de esa Cámara, se produjo su concluyente despegue de la corriente alfarista y acudió a la restricción opositora.
En el año de 1905 reforzó la solicitud oficial a la candidatura de Lizardo García, quien ganó en general en las carreras electorales, así mismo José Luis Tamayo fue nuevamente elegido Presidente de la Cámara del Senado; al mismo tiempo, cuando se produjo la agitación de enero del año de 1906 y el triunfo de Alfaro en los campos de Chasqui, regresó a sus ejercicios privados y no volvió a participar en cuestiones legislativas hasta el año de 1907.
Cuando, en el caso del trastorno provocado contra Eloy Alfaro en la Gobernación del Guayas, se destaca que su casa fue asaltada salvajemente y se fue a Perú; desde ese momento persiguió a los Estados Unidos y Francia hasta que algunos compañeros supervisaron y consiguieron su arribo.
Para ese tiempo era un hombre muy destacado entre los individuos más considerados de la reunión de Guayaquil, vivía con mucha comodidad en una casa en el paseo marítimo, con su pareja, jóvenes y parientes con la célebre «Misia Delfina de Concha, madre de santos», quien lo favoreció entre todos sus suegros ya que él estaba atento y la tenía en su casa y de vez en cuando le había recuperado su lora que había perdido.
En el año de 1912, cuando se produjo el arrastre de Alfaro y sus funcionarios militares y el levantamiento resultante de su cuñado Carlos Concha, se conservó imparcial y, en consecuencia, se desarrolló su notoriedad de verticalidad en el grupo de placistas liberales.
En el año de 1916, su nombre parecía ser el indicado para asumir la administración de la República, pero el Doctor Alfredo Baquerizo Moreno se vio favorecido por la conexión política que tenía con Plaza, como se suponía entonces; Sea como fuere, a Tamayo se le ofreció ser un sucesor de Baquerizo en el año de 1.920.
Ese año fue designado miembro de la Junta Provincial del Partido Liberal de Guayas y su candidatura fue impulsada en contra de la del Doctor Gonzalo S. Córdova, quien se rindió con la garantía de ser ascendido en el año 1924, lo que realmente ocurrió.
José Luis Tamayo trepó al control sobre el primero del mes de septiembre del año de 1920 con 126.945 votos aplastando al esperanzado moderado. «La ciudad esperaba una tonelada de él debido a su impecable nombre y extraordinaria estima legítima, ya que tenía el despacho de abogados más asombroso y competente».
Sin embargo, en la actividad de la posición gubernamental, eligió depender de los componentes del considerable número de reuniones partidistas y asignó canciller al conservacionista Nicolás Clemente Ponce como representante. No obstante, en Guayaquil, para eliminar el impacto político de Enrique Baquerizo Moreno, comenzó a depender de las administraciones del asesor legal juvenil Carlos A. Arroyo del Río, a quien aseguró su cargo y funciones tomándole como protegido y ayudándole en todo.
Esta estrategia de avanzar hacia el conservadurismo se designó como «nacional» y los individuos de los funcionarios fueron aclamados, dando forma al «Partido Nacional» desde las posiciones del radicalismo tradicional; Sin embargo, en ese momento había una época de jóvenes optimistas que habían perdido la confianza en el progresismo y que estaban en pugna con el supuesto acuerdo del gobierno nacional.
Que se vio afectado por la implacable realidad monetaria que se vivió en el año de 1922 debido a la caída de los envíos de cacao hacia afuera. En noviembre hubo una huelga general en Guayaquil que estaba declinando en enfrentamiento con los militares y en la mañana del 15 de abril se abandonaron las avenidas, las tiendas no abrieron sus entradas y se cortaron los intercambios de comunicaciones.
La ciudad partió a primera hora de la tarde y, desde las tres de la tarde en adelante, fue dispersada por disparos del jefe del general Enrique Barriga, que causó más de quinientos muertos, la mayor parte de los cuales fueron arrojados al arroyo porque eran muchos, fue realmente una tragedia.
La reunión opositora abrió cada uno de sus frentes a la administración, la prensa no calmó las malas acciones, el partido liberal ascendió en un sinnúmero de reuniones y sus adolescentes anunciaron resistencia a la rutina después de las nuevas formas de comunismo y diferentes inclinaciones de la izquierda progresista.
Sin embargo, Tamayo no se quebró, apareciendo en su estrategia «Nacional» hasta el final; considerablemente más, elogió a los militares el 16 de noviembre en los términos que se acompañan: «Estoy complacido con nuestros militares y podría querer estar en esa ciudad para captar, por el bien de la Nación, todos esos audaces y desinteresados compañeros».
El 7 de junio del año de 1924 muere la primera dama debido a un crecimiento maligno en el pecho y, poco después de finalizar el período, Tamayo le dio la dirección al Doctor Córdova y renunció «con las manos limpias y más desafortunada que en cualquier otro momento, a su abatimiento como racionalista decepcionado con los asuntos gubernamentales y con el voto de no reconocer ninguna oficina abierta de nuevo.
La respuesta de la nación a la masacre del 15 de noviembre fue excelente hasta el punto de que comprendía que nunca podría volver a actuar en cuestiones legislativas. En medio de su labor gubernamental se inició el avance de la aviónica nacional, se introdujo la pista «Cóndor» en Duran, se iniciaron las obras de saneamiento en Guayaquil, se construyó el edificio del gobierno de Guayas, se introdujo la administración de balizas en la costa y se trasladó a la nación militar Misiones de Italia y Alemania educativa, dirigiendo la escuela Modelo.
Una vez más, en su investigación, no reconoció los tributos ni los beneficios de manera eficiente, rechazando el que le fue entregado por el Congreso con la siguiente oración: «Vivo extremadamente respetado con mi penuria»; Sin embargo, en el año de 1940, ejerció la administración sin pago del Consejo Cantonal y en el año de 1942 fue proclamado «Mejor Ciudadano de Guayaquil».
En ese momento, él vivió con su hijo José Luis y, tras el estallido del 28 de mayo del año de 1944, fue a ir con él a la cárcel, permaneciendo siete días en el recinto junto con su hijo hasta que se solicitó la libertad de su hijo y los dos llegaron de vuelta a la casa.
Hacia principios de junio del año de 1947, todavía estaba dinámico y emocionado. Consistentemente, fue a su estudio y trabajó hasta la noche, pero una noche, cuando estaba componiendo la confirmación de Lautaro Aspiazu Carbo, fue atacado por un golpe cerebral que le impidió continuar y, dirigiéndose de manera desgarradora a su hijo le gritó: «Mijo , Estoy perdido».
Cuando estaba en casa, permaneció debilitado durante 21 días en la cama y, a pesar de que tenía que volver a su actividad, los especialistas lo contrarrestaron y pasando al 7 de julio a eso de las 2 y ¼ de la tarde muere. El velatorio fue en la entusiasta casa de oración que se llevó a cabo al día siguiente y su sepultura tuvo un respaldo extraordinario.
Era un hombre sin miedo a nada, fuerte y atlético, que en cada conmemoración de la masacre del 15 de noviembre, caminaba por las carreteras y en un evento alguien necesitaba despreciarlo, pero se protegía con su bastón y sacaba a su atacante del camino con mucha sutileza.
José Luis Tamayo era exteriormente cariñoso y amable en la certeza, aseguró a sus parientes y varios compadres, compañeros y afines, con dinero y personas, hasta el punto de que mes a mes tomaba ayudas y las distribuía. Con cabello plateado, ojos de color oscuro, cejas curvas, nariz recta, labios magros y superficie gruesa; Adoraba el océano y, cuando disponía del tiempo se escapaba a las costas para disfrutar de la naturaleza sana.
Además, tenía la inquisitiva propensión a brindar ayuda los sábados por la mañana a más de 50 personas necesitadas en la ciudad y era cuestión de ver las largas líneas que se formaban en la entrada de su estudio, actividad que disfrutaba al máximo.
Biografía de José Luis Tamayo
José Luis Tamayo Terán fue un reconocido hombre nacido en la ciudad de Chanduy, demarcación de Guayas que en la actualidad pasó a llamarse comarca de Santa Elena. Fue el segundo hijo de don Manuel Tamayo Roca y doña Delfina Terán, que quedó huérfano a una edad bastante temprana. Sus estudios básicos los cursó en el Colegio de San Vicente en Guayaquil.
Puede relatarse además que fue catedrático de latín y con su experiencia apoyó ciertos bloques periodísticos. En el año de 1883 logró alcanzar el título de asesor jurídico. Entre los aspectos más relevantes de su vida se tiene que contrajo matrimonio con Esther Concha Torres en el año de 1897 y tuvo cuatro hijos.
Ejerció muy bien su labor de Periodista, corrector de pruebas y jefe en el diario periodístico la Nación durante el año de 1879, en Los Andes ben el año de 1886, en el Diario de Avisos en el año de 1887, La Opinión Pública en el año de 1888, en la reconocida Revista Literaria y La Reforma en el año de 1889.
Fue bien importante su ardua labor en los bloques periodísticos porque desde allí se encargó de defender la razón liberal, censuró la ejecución de Vargas Torres y promovió la postulación de personas designadas al igual que a congresistas. En el año de 1895 se unió a la comisión que indagó el caso de «La Venta de la Bandera.
Justamente asumió la jefatura Civil y Militar de Manabí hacia el inicio de la Rebelión Liberal suscitada durante el año de 1895. Se considera que Guerreó como buen luchador en el choque de Gatazo en al que articuló con Eloy Alfaro, cuyo evento le permitió lograr el grado de Cabo primero comenzando por allí de una manera bien equilibrada y organizada.
Después de la batalla, Eloy Alfaro lo designó coronel, sin embargo, José Luis Tamayo rechazó la oferta ya que pensaba que estaba desequilibrada. Trabajó en la Sede Suprema de Alfaro como Ministro del Interior y poco tiempo después renunció por causa de los conflictos con el general y porque defendía a capa y espada el derecho a la libertad de prensa como una oportunidad para transmitir la información de manera veraz y eficiente.
En el Gran Incendio de Guayaquil ocurrido en el año de 1896 perdió toda su propiedad, fue elegido como diputado función que representaría por la demarcación de Esmeraldas en el año de 1898. Es por lo que cabe acotar que al año siguiente y, además, en el año de 1901 también dirigió el Senado.
En medio de la segunda administración de Eloy Alfaro, la casa de José Luis Tamayo fue golpeada a través de un allanamiento. «Deje que el general Alfaro se ponga la mano en el pecho y anuncie de verdad si tiene el privilegio de considerarse a sí mismo como el líder del Partido Liberal, el hombre en cuya legislatura los residentes no tienen garantía de ninguno de los derechos declarados y mantenidos» por esa honorable reunión de asuntos gubernamentales «, dijo Tamayo en la temporada de salir exiliado de Ecuador.
En el año de 1916 trabajó arduamente para lograr el nombramiento de Alfredo Baquerizo Moreno en la presidencia y en el año de 1920 resultó electo presidente. Fue en el año de 1924, que todo fue tan rápidamente, que sucedió una eventualidad mucho antes de completar su mandato, perdió a su hermosa esposa.
No regresó mas a la vida abierta y pública, por lo que destinó sus días durante 23 años hasta su fallecimiento a la actividad del llamado honorable de la abogacía. Tuvo mucha notoriedad por su honradez y honestidad, por ser liberal con los pobres, como un hombre de increíble calidad.
Vivo excepcionalmente respetado con mi penuria, escribió muy complacidamente en un telegrama de agradecimiento cuando rechazó un noble gesto de recibir una pensión vitalicia de existencia real que el Congreso le había otorgado. Procuró trabajar hasta que fue terriblemente golpeado por un derrame cerebral que lo puso en agonía durante 21 días antes de su muerte. No soportando ni superando este fuerte evento muere en Guayabal a la edad de 88 años el 7 de julio del año de 1947.
Dejó a su familia una herencia de cinco mil sucres por un trabajo profesional que había realizado y que aún no había cobrado. El columnista José Abel Castillo distribuyó en El Telégrafo, Guayaquil, una protesta por la masacre del 15 de noviembre ocurrida en el año de 1922. Vea Galo Plaza Lasso
José Luis Tamayo solicitó con una apremiante orden su captura y detención en el Panóptico. Abel Romeo Castillo, hijo de ese escritor, compuso el evento de la desaparición física de Tamayo: «Un hombre justo con una carta cuidadosa y de respetuosos principios bajó de la administración gubernamental más desafortunado que en cualquier otro momento y requirió regresar al trabajar en su llamamiento y profesión lo cual desempeñaba con mucha vocación y valentía brindando todo el apoyo y la ayuda posible a quien lo ameritaba.
Fue un hombre que siempre se ganó el respeto de todos sus parientes nativos mientras caminaba y marchaba de un lado a otro desde el sector de Salado hasta su estudio jurídico que se encontraba situado en las vías llamada Nueve de Octubre y Pichincha. «Incongruencias de la vida.
Pero fue tan irónico que siendo un hombre tan noblemente respetado le tocara darle frente al trance financiero en conjunto con la corriente principal y la insurrección laboral de noviembre del año de 1922 y de esta manera se convirtió, para la literatura e historia ecuatoriana, en la representación del represor en la administración de la teocracia financiera y la agro exportación.
Conquistó con su trabajo y vocación algunos cargos en la administración pública como secretario de la Cámara de Comercio, nombrado por Esmeraldas y líder del Senado por el Partido Liberal Radical ecuatoriano. Tuvo éxito abrumadoramente en las decisiones electorales presidenciales del año de 1920 poniendo José Luis Tamayo manos a la obra en su cargo como presidente de la nación el 1 de septiembre del año de 1920.
Trabajos como periodista
Muy a pesar de sus reconocimientos, se destaca que sus primeras labores sucedieron en el ámbito de la difusión de noticias, brotando con ello una increíble pasión y amor por este llamamiento. Comenzó a trabajar de forma muy practica en el periódico de Avisos /declaraciones y más tarde en diferentes medios como el sentimiento popular de la opinión pública, la revista literaria académica y en el cometa.
En este último igualmente comenzó a manifestar indiscutiblemente sus inclinaciones políticas, ya que desde sus páginas discrepaba por la ejecución de Vargas Torres. Por estos disidentes tuvo su primer enfrentamiento con la justicia de comparecer frente a sus instancias.
Comprometido oficialmente de manera progresiva con el Partido Liberal, Tamayo divulgó en La reforma, una corriente periodística desde el cual mostraba nombres para involucrar cargos en el Senado y en el Parlamento de manera más eficaz.
Entrada en política
José Luis Tamayo fue un liberal completamente persuadido, a pesar de ser distinguido por su autenticidad y honorabilidad. Muy a pesar de las desgracias, se esforzó constantemente por mantener sus pensamientos de equidad y autenticidad, procuraba siempre mantener su norte de la justicia.
Su primera labor pública la sumió precisamente en el año de 1890, cuando se desempeñó como fideicomisario en el Consejo Cantonal de Guayaquil. Después de cinco años, fue uno de los individuos nombrados para indagar la indignación causada por el escándalo de la venta de la bandera, que roció a la administración gubernamental. Por sus obras y distribuciones, lo enviarían a los alejados en el exilio, pero finalmente el castigo no se concretó quedando en la nada.
Revolución liberal
Uno de los minutos clave en su vida abierta públicamente ocurrió en el episodio de la agitación liberal en el año de 1895. Eventualidad en la que José Luis Tamayo fue escogido ciudadano regular para asumir la jefatura civil y jefe militar de Manabí. Tamayo estuvo involucrado hasta el punto de que se convirtió en un luchador en el choque de Gatazo justo de lado con Eloy Alfaro. Intentó expresar gratitud hacia él al nombrarlo coronel, sin embargo, Tamayo rechazó la oferta.
Reconoció al Ministerio del Interior por Alfaro, sin embargo, no se mantuvo excepcionalmente largo tiempo en el cargo. En poco tiempo, terminó frustrado con la flotación del gobernante, particularmente debido a las limitaciones que esperaba acumular en la oportunidad de la prensa. En este sentido, regresó a Guayaquil solo para observar cómo la enorme llama de del año de 1896 demolía toda su propiedad.
Presidencia de José Luis Tamayo
En medio de su administración gubernamental, avanzó con gran ahínco la economía frente a la emergencia del cacao, creó obras de marco y proporcionó poder a las comunidades urbanas, avanzó la estrategia «Nacional» para abordar los pensamientos del partido moderado, creó la aviónica nacional y estableció la Fuerza Aérea Ecuatoriana. En cuestión de segundos antes de la finalización de su administración, su pareja de vida, su esposa fallece, propinándole la vida un duro golpe.
El desglose de la generación y los costos del cacao causó inquietud monetaria. En el año de 1922 el sucre se degradó de 2.25 por dólar a 4.27. El gasto de la caja familiar en Quito había aumentado de 193 sucres en el año de 1920 a 215 en el año de 1922. El costo de la vida alucinante provocó desafíos bien conocidos, especialmente en Guayaquil.
Durante la década del año de 1920, la activa Sociedad de Socorros Mutuos fue dinámica, cuya semilla se había tirado en el año de 1879. Considerando que La Confederación de Trabajadores de Guayas, que había sido establecida en el año de 1905 y que había logrado para el año de 1920 el aumento de 14 órdenes sociales de los trabajadores.
En octubre del año de 1922, los trabajadores del ferrocarril de Guayaquil y Quito al igual que una reunión de fomentadores rebeldes salieron a las calles a realizar marchas y protestas.
En noviembre, la reunión extraordinaria de trabajadores de Luz con Fuerza Eléctrica y Carros Urbanos presentó un resumen de solicitudes que requerían resoluciones. La Asociación de Gremios del Astillero como los artesanos y pequeños vendedores de esa área, los sostuvo. El 15 de noviembre, el ejército y la policía sofocaron el espectáculo severamente prominente.
El recuento de la pérdida de vidas aún no estaba clarificado ni definido, para los historiógrafos izquierdistas, la clase baja del Ecuador tuvo aquí su santificación de la sangre y su gratitud por haber vencido las desviaciones de una iniciativa rebelde.
Para Jaime Durán Barba, imperioso profesional de historia de los desarrollos de los expertos distintivos, era fácil demostrar que «la clase trabajadora» era la que tenía un estado de conciencia anormal que habría completado los preparativos de noviembre.
De conformidad con el registro llevado por el Ministro de Finanzas del año de 1921, «la elección parlamentaria de subordinar la obligación monetaria a la conveniencia política fue la razón de la emergencia ecuatoriana relacionada con el dinero». Esto se demostró en la dinámica descentralización del marco de gastos para abordar las primas vecinales y regionalistas. Tamayo contrató a John Hord, un asociado presupuestario estadounidense, para trabajar juntos en el cambio del marco de gastos.
Es bien importante recalcar que el Partido Liberal Radical al ser zarandeado por la masacre del 15 de noviembre, organizó una reunión para restablecerse, se abrió a propuestas comunistas de vanguardia que nunca puso en movimiento y recargó su confianza en el secularismo. Era la temporada del año de 1923. Después de dos años, el Partido Conservador también se recargaría y en el año de 1926 se concebiría el Partido Socialista.
Para nada fue extraño entonces que la Plutocracia decidiera por la administración gubernamental al liberal Gonzalo Córdova, progresivamente comparado con el nuevo encabezado del radicalismo. Sus adversarios, el conservacionista Jacinto Jijón y Caamaño, ideólogo de la recarga de la reunión, y el mestizo terrateniente Coronel Juan Manuel Lasso, que apreciaban una notoriedad extraordinaria, terciaria en la batalla sin oportunidad de triunfo, a la luz del hecho de que las elecciones fueron totalmente engañosas como lo habían sido durante todo el tiempo de los gobiernos liberales.
Gobierno de José Luis Tamayo
El presidente José Luis Tamayo había convocado a una reunión de fabricantes en su despacho quienes eran personas que extorsionaban a la población general que vendía arroz y azúcar a un costo sorprendente. La reunión no reduciría los costos, refiriéndose al aumento de las tasas de transporte, la utilización de fletes y los impactos inflacionarios de la Ley de la Moratoria. «Sea como sea, los hombres de palabra, no adquieren tanto», les dijo el presidente.
Esta historia es contada por diversos especialistas de historia quienes aconsejan, como se debería coordinar a los corredores banqueros, revelando además la grande urgencia financiera en Ecuador hacia el comienzo de la década del año de 1920 y la calidad e integridad de carácter de José Luis Tamayo.
Los mas imperiosos personajes de historia fueron bastante duro en cuanto a sus apreciaciones sobre este presidente a la luz de juzgarlo en dos ocasiones espeluznantes que sucedieron en su mando como Matanza del 15 de noviembre del año de 1922 y la represión hecha a los indios insubordinados en la hacienda de Leite, área de Tungurahua, el 13 de noviembre del año de 1923.
La caída en la creación y los costos del cacao causó problemas monetarios muy serios, tanto así que en el año de 1922 cuando el sucre se depreció de 2.25 por dólar a 4.27. El gasto de la caja familiar en Quito había aumentado de 193 sucres en 1920 a 215 para el año de 1922. El costo de la vida alucinante provocó desafíos bien conocidos, especialmente en Guayaquil, donde los artesanos habían estado clasificándose de manera bien organizada desde el año de 1896.
La Sociedad Tipográfica también proclamó una huelga general, porque Guayaquil se quedó sin luz y mercados durante una semana y el 14 de noviembre la ciudad quedó bajo el control de las potencias conocidas, cuyos jefes, que carecían de conocimiento, no podían contenerlas. Vea José Joaquín Olmedo
En el tumulto prevaleciente también contó con la intervención de la división de la teocracia antigubernamental relacionada con el movimiento financiero y el enemigo del Banco Agrícola y Comercial. Enrique Baquerizo Moreno, Carlos Puig, José Vicente Trujillo, entre otros, quienes controlaron el levantamiento incorporando en las propuestas de la intercesión de la administración en la limpieza de registros presupuestarios del exterior (incautación de efectivo) y la decadencia del dólar.
Además se destaca que 15 de noviembre, durante la manifestación la policía y el ejército reprimieron sin piedad a la bien conocida muchedumbre. El cómputo de la pérdida de vidas cambia. Según lo indicado por el diario El Telégrafo el 17 de noviembre, hubo nueve muertos y 76 heridos; como lo indicó el revolucionario Alejo Capelo, quien da los nombres, hubo 13 mujeres y 76 hombres asesinados y 161 heridos; en ese punto, Capelo elevó la cifra a 900 bajas desafortunadas; en ese punto se ha hablado, marginalmente, de miles.
Es impresionante como después de Veinticuatro años, Joaquín Gallegos Lara noveló la matanza de noviembre en las Cruces sobre el Agua. Un Zambo cargador le dice a Alfonso Cortés, uno de los héroes de la novela: «Como eran muchos los fallecidos, muchos fueron arrojados al estuario de allí, y les perforaban el abdomen para que no se rebalsaran.
En una carta fechada del 3 de diciembre del año de 1922la cual fue dirigida a Adelaida Velasco Galdós, el presidente Tamayo declaró: «Los legisladores que habían estado desiertos iniciaron, desde el primer punto de partida de mi legislatura, una intensa cruzada de resistencia deliberada contra la Administración, reprendiendo a mi Gobierno por la circunstancia monetaria y social.
La incomodidad de atender los problemas que ninguna nación en el planeta puede esclarecer, mientras que las razones de la separación política, social y financiera no desaparecen. Toda la prensa reforzó injustamente y sin prestar atención a esta cruzada, que a partir de ese trabajo distante de la prensa, los defensores del bolchevismo explotaron así como el de Enrique Baquerizo quien pensó que la circunstancia peculiar que se introdujo era ideal para sus arreglos.
Envió a expertos a diversos lugares para incitar a un levantamiento general de trabajadores, lo que les hizo confiar en que la incautación mejoraría su circunstancia, que en ese tiempo se presentaría en el momento afortunado como colonizador y amigo en necesidad de los trabajadores comunes. Vea Guillermo Rodríguez Lara
Para los historiógrafos de la izquierda, la clase obrera de Ecuador tuvo aquí una inmersión en la sangre y su gratitud por haber derrotado los desvíos de una autoridad revolucionaria. Para Jaime Durán Barba, especialista de historia más aun de los desarrollos efectuados por los obreros distintivos, está lejos de ser obvio que «la clase trabajadora» era la que tenía un estado de conciencia normal que habría hecho las asambleas de noviembre.
O tal vez fue extraordinario, dice, la importancia de las áreas de artesanos en estas ocasiones, a pesar de eso, las divisiones asalariadas que participaron en ellas aún no tenían un conocimiento «común». En cualquier caso, el 15 de noviembre del año de 1922, se convertiría en un estandarte de batalla y una perspectiva para el sindicalismo marxista ecuatoriano.
De conformidad con el informe del Ministro de Finanzas del año de 1921, «la elección parlamentaria de subordinar el deber monetario a la práctica política fue la razón de la emergencia ecuatoriana relacionada con el dinero». Esto se demostró en la dinámica descentralización del marco de evaluación para abordar las primas cercanas y regionalistas.
José Luis Tamayo reclutó a John Hord, un socio monetario estadounidense, para que se uniera en el cambio del marco de gastos. El presidente tuvo la opción de presentar al Congreso un plan de gastos conjunto para el año financiero del año de 1924. A pesar de la emergencia y la crisis monetaria, Ecuador se modernizó: se introdujo la correspondencia por radio entre Guayaquil y Quito y la administración remota con estaciones en Esmeraldas, Machala y La Puná, como bien importantes.
Se purificó toda la zona de Guayaquil y se dirigió, fregó y suministró con agua consumible y un Hospital General, y se realizó la evaluación de la población principal en la ciudad; se pavimentaron los carriles de Quito, se introdujeron el sifón de agua y la canalización, se decoraron con hitos y fuentes, por ejemplo, «La Insidia», trabajada por el artesano Antonio Salas, y la Avenida 24 de Mayo la cual se trabajó en la antigua Garganta de Jerusalén.
Con estas obras se cumplieron los cien años de la batalla de Pichincha. Ibarra se puso en orden y se introdujeron balizas a lo largo de la costa. Los educadores alemanes tocaron la base para mejorar el marco instructivo, se distribuyó la guía de escuelas físicas de Ecuador organizada por Luis Tufiño.
Se introdujo la escuela del 24 de mayo en Quito y se presentaron las estructuras de las escuelas Maldonado de Riobamba y Bolívar de Ambato construido, inaugurándose la Biblioteca Nacional en Quito, siguiendo de esta manera la apertura de muchas otras más bibliotecas.
La Junta de Bienestar Social de Guayaquil recibió autosuficiencia, se alcanzó una misión militar italiana para incitar a las Fuerzas Armadas, se abrieron la Academia de Guerra y la Escuela de Policía. El avión «El Telégrafo» dirigido por la italiana Elia Liut cruzó de azul los Andes ecuatorianos el 4 de noviembre del año de 1920; Se estableció la principal Escuela de Aviación en Guayas y la Fuerza Aérea del Ecuador.
Las entidades bancarias aumentaron: La Previsora, el Crédito Nacional y el Descuento en Guayaquil, el Tungurahua y la Sociedad Bancaria Chimborazo, mientras que la obligación interior del Estado fue esencialmente con los bancos comerciales, agrícolas y de Ecuador, de Guayaquil y con El Pichincha, de Quito que también acababa de tocar base en el año de 1920 con 15.5 millones de sucres como fondo necesario.
Masacre del 15 de Noviembre de 1922
El día después de la masacre del 15 de noviembre del año de 1922, la administración de Tamayo declaró la confiscación de giros en un esfuerzo engañoso para detener el ascenso del dólar. Los papeles o periódicos también se duplicaron como el Universo en el año de 1921, El Mercurio en el año de 1922 y La Prensa en el año de 1923.
Es de mencionar que Luis Napoleón Dillon construyó en el año de 1922, en Quito, la línea de producción de material textil «La Internacional», y en esa ciudad semejante el Templo Evangélico primario de Ecuador abrió sus entradas. Tamayo adoptó un arreglo orientado a objetivos de obras abiertas y calles, gran parte de las cuales no se ejecutó debido a la falta de financiamiento, y exigió continuar con los plazos de la obligación externa para tener la opción de obtener crédito remoto.
Sin embargo, hubo anhelo, ya que se apreció mucha necesidad económica, había hambre y falta de trabajo en la población. En el año de 1921, los indios ascendieron en Guano, Cubijies y Paquicahuán para desafiar las leyes de evaluación regional y en el año de 1923 los indios se sublevaron en la hacienda de Leito, T’ungurahua, donde la Fuerza Pública los sometió con fiereza.
En el año de 1922, surgió el libro El indio ecuatoriano, de Pío Jaramillo Alvarado, futuro ministro del gobierno de la administración gubernamental de Córdova, una exposición capital en la escritura indígena latinoamericana. En el caso regional con Perú, Ecuador fue sometido a la tutela de los Estados Unidos, que comenzó a convertirse en el Gran Componente.
Por la convención de Ponce-Castro Oyanguren del 21 de junio del año de 1924, los gobiernos peruanos y ecuatorianos enviaron representantes a Washington para gestionar el tema de los puntos de confinamiento. Esto declaró el fin de un tiempo, por lo que El Partido Liberal, sacudido por la masacre del 15 de noviembre, organizó una reunión para restaurar, en al cual se abrió a las propuestas comunistas de vanguardia que nunca se pusieron en marcha y recargó su confianza en el secularismo.
Era la época del año de 1923, después de dos años, que el Partido Conservador también se restablecería y en el año de 1926 se concebiría el Partido Socialista. Nada extraño entonces que la Plutocracia decidió por la administración al liberal Gonzalo Córdova, cada vez más similar a la nueva orientación del progresismo.
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Sus adversarios, el tradicionalista Jacinto Jijón y Caamaño, ideólogo del restablecimiento de la reunión partidista, y el mestizo terrateniente Coronel Juan Manuel Lasso, quienes apreciaron una increíble notoriedad, terciaria en la batalla sin oportunidad de triunfo, sobre la base de que las decisiones fueron falsas como lo habían sido durante todo el tiempo de los gobiernos liberales.
En medio de su administración, avanzó la economía frente a la emergencia del cacao, creó obras de cimientos y proporcionó energía a las áreas urbanas, avanzó la estrategia «Nacional» para abordar los pensamientos del partido moderado, creó la aviónica nacional y estableció la Fuerza Aérea Ecuatoriana. En los cortos momento antes de la finalización de su administración, fallece su esposa.
Tras su retiro de la administración gubernamental, por lo que no quiso aceptar cualquier pago o anualidad. En el año de 1940 fue nombrado líder de la cámara cantonal de Guayaquil sin paga y en el año de 1942 fue nombrado «el mejor residente de Guayaquil». Murió en Guayaquil en el año de 1947. Sus parientes actuales son: Tamayo Navarro, Tamayo Manrique, Tamayo Rigail y Tamayo Suárez, quienes son sus más cercanos familiares.
Obras de José Luis Tamayo
José Luis Tamayo descubrió cómo introducir algunas obras como funciones importantes en su período presidencial, entre los que se encuentran el Obelisco en Homenaje a los Héroes de la Batalla de Pichincha en la Cumbre de la Libertad en el año de 1922, que se hizo con los activos del estado y Esfuerzos coordinados de una reunión artesanal de la época. Como el Edificio del Colegio, el 24 de mayo de cada temporada en el año de 1924, y el Edificio del Colegio Normal Juan Montalvo como sedes importantes
Más importantes
En su mandato presidencial, la población general de Ecuador obtuvo el poder de una forma muy favorecida desde los Chillos, Tulcán, San Gabriel, Cubijies, Naranjito, Sangolquí, entre las diferentes partes que se beneficiaron. Otro logro en sus obras sociales fue el establecimiento de sifones de agua consumible en Quito. Asimismo, entre sus obras se encuentra la Escuela de Aviación, la correspondencia por radio entre Guayaquil y Quito. Por otra parte, se hicieron bancos, se financiaron algunas empresas de papel.
Obras como el Obelisco se introduce en la Cumbre de la Libertad en elogio a los santos de la Batalla de Pichincha; la estructura del Colegio 24 de Mayo; en Guayaquil la Escuela Técnica de Aviación: Luz Eléctrica en los Chillos, Tulcán, San Gabriel, Cubijies, Naranjito, Sangolquí y Tixán. Bombas de agua consumible, en quito, también la reconocida estructura del Normal Juan Montalvo.
Sociales
Dentro de las obras de carácter social calificó en grande sus trabajos realizados en el marco instructivo de formación más enorme como fue el alistamiento de educadores alemanes para mejorar el marco instructivo, impulsó al grupo que pregonó la guía de escuelas físicas del Ecuador. Se construyeron las estructuras de vanguardia de las escuelas Maldonado de Riobamba y Bolívar de Ambato.
Tuvo mucho éxito al instaurar el plan de consignar la Biblioteca Nacional en Quito y las diferentes estructuras como divisiones dentro de los sectores más notables de la nación, independientemente de la forma en que en su mando experimentó la mayor emergencia monetaria de la nación.
Del mismo modo, el principal contrato fue lograr la contratación militar italiano para incitar a las Fuerzas Armadas, abrió la Academia de Guerra y la Escuela de Policía. Después de la desaparición física de su pareja se dedicó a la composición y a la escritura, fue quien diseñó con mucha planificación la revista Literaria y la Reforma en el año de 1889.
Unidad Educativa Presidente José Luis Tamayo
Es memorable la huella que cada personaje ilustre deja en la sociedad, tal es el caso de José Luis Tamayo que por su digna trayectoria es menester hacer mención a una estructura educativa que lleva su nombre y que mediante acuerdo numerado 2954 del 25 de abril del año de 1958, esta escuela fue nacionalizada con el nombre de «Presidente José Luis Tamayo».
Fue un acuerdo que se documentó durante 1 año en la Dirección de Capacitación Común de Guayas sin que ningún especialista instructivo del Cantón estuviese interesado en su actividad.
Mas sin embargo es preciso mencionar que la administración común de la región optó por buscar un lugar razonable que tuviera relación con el nombre del patrono y, por lo tanto, se eligió el barrio «José Luis Tamayo» del cantón de Salinas.
Fue entonces cuando el profesor Juvencio numerable, por sus subsecretarios de instrucción con el Señor Licenciado Pablo Cabareta, jefe de la oficina de arreglos, realizó los cursos de acción con el objetivo de que la figura del cantón no perdiera la oportunidad de tener otro fundamento instructivo en la dimensión auxiliar, ya que la población de estudiantes se había desarrollado de manera impresionante.
Con el entendimiento a su alcance, el profesor Numerable Juvencio llegó a un acuerdo con las maestras certificadas, por ejemplo, la profesora Elsa Hidalgo, la profesora Cumanda Moran de Robles, la profesora Marlene Fernández B, además se consideró que la escuela se puso en plan de manos a la obra en la fortificación «La Yolita»una demarcación excelente.
El jefe de la escuela Hugo serrano Valencia dio sus instalaciones y, como acababa de comenzar el año escolar, surgió la imperiosa necesidad de buscar a los estudiantes yendo de casa en casa, logrando con esta labor agrupar a unos veintiún alumnos y dar asi el inicio del marco de tiempo de la escuela, el día cuatro de Agosto del año de 1986.
Contado además con el esfuerzo coordinado de Licenciado Rolando Carrera Villao y, por lo tanto, adquirió un límite financiero para esta escuela que comprendía 3 elementos educativos y 2 regulatorios dentro de los cuales la escuela debía poseer y eligió dotar de capacidad y facultad como persona encargada de la dirección a la profesora Cumanda Moran de Robles, desde esa fecha hasta el presente, estos educadores han sido los responsables del mandato de dicha institución y su cuidado.