En un día lleno de emotividad y solemnidad, Japón conmemoró el décimo aniversario del devastador tsunami que azotó la costa noreste del país el 11 de marzo de 2011, seguido de un desastre nuclear en la planta de energía de Fukushima. La tragedia dejó a miles de personas fallecidas, desaparecidas y desplazadas, así como una profunda cicatriz en el corazón de la nación.
En la ceremonia conmemorativa, llevada a cabo en la prefectura de Fukushima, se guardó un minuto de silencio en honor a las víctimas, mientras que miles de personas ofrecieron oraciones y dejaron flores en memoria de sus seres queridos. El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, también estuvo presente para recordar a las víctimas y expresar su solidaridad con los afectados por la tragedia.
A lo largo del país, se realizaron eventos conmemorativos y se encendieron velas en memoria de los fallecidos. En la ciudad de Sendai, una de las más afectadas por el tsunami, se llevaron a cabo ceremonias religiosas y se realizó una procesión en honor a los caídos. En la planta de energía de Fukushima, se colocaron ofrendas florales y se visitaron los sitios donde ocurrieron los peores incidentes.
A una década de la tragedia, Japón continúa reconstruyéndose y enfrentando los desafíos de la recuperación. Si bien se han logrado avances significativos en la reconstrucción de las zonas afectadas, aún queda mucho por hacer para sanar las heridas físicas y emocionales dejadas por el desastre. Sin embargo, la resiliencia y la determinación del pueblo japonés han sido fundamentales en este proceso de recuperación.
En este día de recuerdo y reflexión, Japón reafirma su compromiso de nunca olvidar a las víctimas del tsunami y el desastre nuclear de Fukushima, así como de seguir trabajando incansablemente para construir un futuro más seguro y resiliente para todos.