El día de hoy, sábado, el barco Open Arms zarpa desde Chipre con destino a Gaza, como parte de la prueba de un nuevo corredor humanitario, según lo anunciado por la Comisión Europea el viernes pasado. Se estima que la travesía durará alrededor de dos días, por lo que se espera que la carga de alimentos llegue a su destino el próximo lunes.
World Central Kitchen (WCK) informó que el Open Arms está transportando 200 toneladas de arroz, harina y otros alimentos para brindar ayuda a los palestinos refugiados en Gaza y así combatir la actual crisis de hambruna que están enfrentando.
Por su parte, Israel ha expresado su apoyo a la creación de un corredor marítimo para llevar ayuda a Gaza, aunque ha hecho hincapié en la importancia de implementar controles de seguridad en dicha ruta.
En cuanto al puerto flotante que Estados Unidos planea construir en Gaza, se espera que la construcción dure aproximadamente dos meses y se requiera de la participación de 1.000 soldados estadounidenses. Esta instalación facilitará la descarga de ayuda humanitaria desde grandes barcos hasta tierra, donde embarcaciones más pequeñas se encargarán de distribuir los suministros entre la población local.
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras han manifestado su preocupación respecto a la viabilidad y utilidad del puente flotante, argumentando que se trata de una distracción y que la solución real debería ser de índole política, garantizando un acceso humanitario inmediato a través de rutas terrestres existentes.
Por otro lado, activistas israelíes del grupo «Order 9» han intentado obstaculizar la entrada de ayuda a través de los checkpoints y puntos fronterizos que aún permanecen abiertos. Estas acciones han generado controversia, ya que algunos consideran que es necesario brindar asistencia humanitaria sin condiciones previas como la liberación de rehenes.